Bienvenid@

Bienvenid@
Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

Algunos comentarios hacen referencia a momentos claves del argumento o al desenlace de este (destripe, spoilers).

05 julio 2013

Ifigenia – Michael Cacoyannis (1977)


Imagen del póster en IMDb.

El bien del individuo vs. el bien del colectivo


Ifigenia es una película del director griego Michael Cacoyannis, adaptada de la obra clásica de Eurípides, Ifigenia en Áulide. Al igual que en otras de sus películas, figuran la gran Irene Papas como actriz y Mikis Theodorakis como compositor de la música. Feliz triunvirato para el cine griego. Aunque difiere de la obra original, se mantiene fiel a la tragedia griega, que Cacoyannis -mejor que nadie- dejó plasmada en el cine. Esta película ganó varios premios y fue nominada al Óscar como mejor película extranjera, y a la Palma de Oro de Cannes.

Los griegos, prestos a partir hacia Troya para rescatar a Helena, quien fue secuestrada por su enamorado Paris, no pueden hacerse a la mar porque no hay viento. El oráculo, interpretado por Calcas, dice que Agamenón, cuñado de Helena y quien comanda las tropas, debe sacrificar a su primogénita Ifigenia en tributo a Artemisa, para que sople el viento y poder zarpar. Este sacrificio es un castigo que le impone Artemisa a Agamenón, por haber matado un ciervo en un campo sagrado (Artemisa era la diosa de la caza y los animales). Agamenón ordena que Ifigenia se apersone a la costa donde ellos se encuentran, con el pretexto de que se casará con Aquiles. Al llegar, Clitemnestra (Irene Papas) se dispone a preparar a su hija Ifigenia para la boda, pero se entera del verdadero propósito por el que su esposo ha llamado a la joven. Esto, obviamente, da motivo a una iracunda discusión con su esposo Agamenón, quien en ocasiones se había mostrado dispuesto a no realizar el sacrificio, pero que al final accede porque la tropa griega quiere guerra a como dé lugar. El sacrificio representa, en primer término, el cumplimiento del deseo de los guerreros y, en segunda instancia, la gloria para Agamenón al comandar la batalla contra Troya. Instantes antes de que Ifigenia sea sacrificada, sopla el viento. Al igual que en la obra de Eurípides, no queda claro si Ifigenia es sacrificada o no.




Ifigenia siente al principio un natural rechazo por la idea de morir sacrificada y huye. Cuando es tomada por los guerreros le pide piedad al padre. Posteriormente, ante lo que parece ser inevitable, encara estoicamente su destino y marcha con la frente en alto hasta el altar donde se haya el verdugo, con la vestimenta que usaría para su supuesta boda. Apartando los demás elementos dramáticos o trágicos de la obra, esta metamorfosis de la víctima es lo que llama más la atención. Del horror, pasando por la aceptación, a la entrega. Agamenón argumenta que es por el bien de Grecia, aunque obviamente le da mucho pesar tener que sacrificar a su hija. Eso mismo argumentaría tiempo después Sócrates, al aceptar la sentencia de su muerte: si es por el bien de Atenas, que así sea. El bien colectivo por encima del individual, al punto de morir por el colectivo. La apoteosis de una muerte heroica por un ideal trascendente. Y todo porque un adivino interpretó eso del oráculo de los dioses. Pero así eran las cosas en la Grecia antigua: el bienestar del grupo prevalecía sobre el bienestar de los individuos. 

Hoy no muchos estarían dispuestos a ello. Hoy pensamos, con razón o sin ella, que cada uno de nosotros vale lo suficiente como para no dar la vida por el colectivo que nos rodea (a excepción de los hijos, por los que uno sí daría su vida).

A lo largo de la historia se suceden agrios diálogos entre Agamenón y su hermano Menelao (esposo de la raptada Helena) por el sacrificio de Ifigenia, y también entre Agamenón y su esposa Clitemnestra, quien se debate entre el odio hacia él y la súplica por la vida de su hija. Todas las escenas dosificadas con el dramatismo que corresponde, bien actuadas y con una escenografía y un vestuario impecables. Sobre la música de Mikis Theodorakis, quien es una institución en la música griega, no se puede decir otra cosa que siempre ha estado a la altura de las películas que se han honrado en tenerlo como compositor.

No es lo único que muestra esta historia. También se dejan ver el exagerado carácter patriarcal de la sociedad griega y el papel secundario de la mujer, las dudas de los personajes sobre la existencia de los dioses, las dudas existenciales del padre de Ifigenia, la lucha por el poder, el poder del engaño, del “adivino” o sacerdote y del mito religioso. Algunos temas son pertinentes específicamente a la sociedad griega de entonces, pero otros prevalecen hasta hoy. Excelente película.

No hay comentarios:

Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas