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05 enero 2018

Interestelar - Christopher Nolan (2014)



1D, 2D, 3D, 4D, 5D,...


Pocas veces se puede disfrutar de películas de ciencia ficción que no se apoyan en las muletillas de los efectos especiales y las escenas fantasiosas y efectistas, centrando su temática en lo científico. Interestelar es un caso de estos, en los que los conocimientos límites de la ciencia (la astrofísica en este caso) se han colocado en el primer plano de la producción. Viene de la mano de un realizador que ya en anteriores ocasiones ha abordado temáticas extravagantes(1), Christopher Nolan. Véase, por ejemplo, Origen (Inception), en la que había sueños dentro de sueños como capas de una cebolla, o la difícil Memento, con uno de los guiones más complejos de los que uno tenga noticia.

Aunque no es la primera vez que aparece una explicación de la teoría de la relatividad en un filme, hay que resaltar que las diversas explicaciones que en éste se ofrecen, incluyendo algunas famosas paradojas relacionadas con tan extraña teoría (como la paradoja del abuelo), son bastante inteligibles. Hay escenas con un -supuesto- realismo alucinante, tal como el paso por el agujero de gusano (agujero de gusano esférico, no tubular) y el vuelo rasante por los predios de Gargantúa, el agujero negro supermasivo. También las escenas en los planetas visitados son fascinantes. No me voy a detener en el argumento, suficientemente detallado en el artículo de Wikipedia, ni en la precisión científica de la que hace alarde esta gran película, también reseñada en dicho artículo. Ha sido aclamada por astrofísicos: ya ello dice todo lo que se pueda decir de su precisión científica. Además, nada menos que un premio Nóbel de física fue su asesor científico: Kip Thorne. Desde el punto de vista cinematográfico, fue impecablemente realizada y las actuaciones son encomiables (todas ellas), al igual que los efectos especiales, la fotografía, el sonido, etc.

Interestelar es un film en el que se combina un mundo distópico (la Tierra muriendo por las tormentas de polvo que acaban con las cosechas) y un futuro promisorio, optimista, utópico: el establecimiento de la especie humana en una galaxia distante. Un claro mensaje científico. La ciencia, y su hija la tecnología, culpables -o no- de haber acabado con este mundo son, a su vez, las que pueden ofrecer una salida al colapso, a la extinción. Hoy se plantean en la vida real, de similar manera, problemas medioambientales (por muchos adjudicables a la ciencia y a la técnica) que bien podrán ser resueltos a través de la ciencia y de la técnica (ojalá así sea), antes que con soluciones -un tanto ambiguas, inciertas y a pequeña escala- que suponen la mera reducción del consumo, regresar a formas primitivas de vida o el acudir a una concienciación que se nos antoja muy difícil de implementar. Esta visión es científica, pero no tiene porqué ser cierta. Tampoco tiene porqué ser incierta: en el pasado reciente se han hecho descubrimientos notables que podrán ayudar a que el desequilibrio ambiental se recupere, tal como el de las bacterias que se alimentan de CO2 y excretan combustibles(2). La bioingeniería, la nanotecnología y otras áreas que están desarrollándose a velocidades asombrosas, pueden ser la clave para solucionar los preocupantes problemas del medio ambiente.

En relación con el viaje interestelar per sé, existen físicos, como Martin Rees, que creen que los viajes a parajes tan lejanos como los que visitan nuestros queridos astronautas de Interstellar, solo será posible para robots, no para humanos, pues las distancias a cubrir trascienden -con mucho- la vida humana, incluso de varias generaciones(3). No es de extrañar que, ante semejante barrera, Nolan y sus asesores hayan apostado por un viaje a través de un agujero de gusano, constructo teórico que podría recortar drásticamente las distancias. Los agujeros de gusano, sin embargo, a la fecha son elementos meramente teóricos, productos matemáticos y nunca han sido observados en el cosmos. Hasta ahora, la visión de Rees es la que hemos llevado a buen término: las sondas más alejadas de casa son robots, no van tripuladas. Las más notables son las Voyager I y II, las Pioneer 10 y 11 y New Horizons, que hace dos años pasó cerca de Plutón y nos maravilló con fotografías de este pequeño cuasi planeta y su gigantesco satélite(4).

Si estamos destinados a emigrar del planeta Tierra eso no lo sabemos. Nuestro inquieto espíritu aventurero, de curiosidad insaciable, nos mueve a visitar otros territorios. Ya hemos ido a la Luna y ya hemos enviado sondas que hoy están muy lejos. Se habla mucho sobre la terraformación de Marte y sobre la visita a otros vecinos del Sistema Solar. Espero que dispersemos nuestra simiente al menos en el vecindario cósmico cercano. Sin embargo, estas empresas son muy difíciles y consumirán muchísimos recursos, vidas y tiempo. No por ello, o porque sean otras las generaciones que verán el producto de esos esfuerzos, no se llevarán a cabo. Estoy seguro que el ser humano emprenderá viajes lejanos. Ya lo ha hecho, con sus sondas. Lo hará personalmente, sin duda.

Este filme, en sus casi tres horas de duración, toca otros temas que bien podrían discutirse. Al menos los ofrece como objetos de reflexión o de discusión, por lo que las escenas triviales son realmente mínimas. Es el caso de las relaciones familiares (específicamente la de padre e hija), la ética del investigador (la honestidad para ser preciso), la robótica y la inteligencia artificial, la influencia de los sentimientos al momento de tomar decisiones trascendentales, la negación de eventos históricos, incluso el homicidio. Sobre estos temas y sobre algunos otros toca esta gran película del cineasta Christopher Nolan; si bien no son los temas medulares, como sí lo son los expuestos en los parágrafos anteriores. Es una de esas buenas películas que uno ve varias veces a lo largo de su vida. Tal como 2001: una odisea espacial.


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(1) Sonaría mejor "bizarras", pero con el significado de bizarre, en inglés, y no el que aún le da el DRAE a esta palabra.
(2) Véase: http://www.europapress.es/ciencia/laboratorio/noticia-bacteria-diseno-consume-co2-hidrogeno-excretar-fuel-20160531180045.html
(3) Véase, por ejemplo, su artículo Viajes interestelares y poshumanos.
(4) Grande en relación al tamaño del planeta que orbita.

Ficha en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0816692
La ciencia detrás de Interestelar:
https://www.youtube.com/watch?v=WRJY-kwkZsk


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Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

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